Tratamiento de la discalculia en el aula
Los
problemas en el aprendizaje
de las matemáticas conducen
a un buen número de alumnos al fracaso
escolar, por lo que los maestros y profesores se enfrentan a un gran reto para prevenir las
dificultades, desarrollar capacidades y atender de manera temprana y
eficaz las necesidades de cada alumno, atendiendo y respetando la diversidad de
cada cual en potencialidad, habilidad y ritmo de aprendizaje.
Orientaciones
generales
Existen una
serie de actitudes que
favorecen el aprendizaje en
el conjunto de alumnos de la clase de las operaciones, actividades de cálculo
y, en general, de todo lo relacionado con la asignatura de matemáticas:
Respetar los distintos estadios del desarrollo de los niños, yendo de lo concreto a lo abstracto
y de lo experimental a la numeración y operaciones matemáticas, en un proceso
en espiral.
Diseñar actuaciones de aprendizaje que conduzcan al alumnado al
descubrimiento mediante la experimentación y los sentidos.
Presentar
los contenidos lógico-matemáticos desde una perspectiva
global y secuencial.
Priorizar
la comprensión de los
conceptos, antes que los procesos de mecanización y automatización.
Tratar de
enseñar las reglas
lógico–matemáticas desde
una perspectiva
práctica.
Facilitar
el aprendizaje
cooperativo y en equipo.
Actividades
específicas para alumnos con discalculia
Cuando un
profesor observa que un alumno suyo tiene dificultades importantes en el
aprendizaje de las matemáticas debe tener en cuenta que posiblemente se trate
de un alumno con discalculia y, por lo tanto, con unas necesidades educativas
especiales (NEE). A partir de ese momento, la enseñanza
individual de ese alumno deber caracterizarse por:
Una enseñanza más intensiva,
explícita y práctica sobre el sentido numérico.
Un período de tiempo más
extenso en el
aprendizaje de los conocimientos básicos.
Proporcionarle experiencias concretas con los números grandes y pequeños.
Trabajar y
repasar constantemente la noción
de proporción y cantidad: conceptos como mucho, poco, bastante, más o
menos, mayor, menor, etc.
Hacer
hincapié en la asociación
del número con la cantidad que
representa. Es conveniente utilizar referentes visuales, concretos y
manipulativos.
Contar y
hacer grupos de objetos, utilizar
el ábaco en los
cálculos.
Practicar
muchos ejercicios de
seriación. Presentar series de números y ordenarlos de mayor a
menor y viceversa, completar los que falta, etc.
Estimular
la memoria a corto plazo y entrenar la atención sostenida, a través de
ejercicios específicos.
Practicar
diariamente el cálculo mental: primero sumas y restas simples y más adelante ir
incluyendo multiplicaciones y divisiones.
Trabajar la correspondencia
entre el lenguaje matemático y las operaciones necesarias para resolver un problema.
Utilizar recursos
informáticos con el
objetivo de hacer más atractivas las tareas y facilitar
la práctica diaria en el cálculo, las tablas de multiplicar y la resolución de
problemas.


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